¿Qué es la inflación?

29 ago 2011

inflacion

Siguiendo con nuestra sección de conceptos económicos, vamos a describir qué es la inflación. 

¿Quién no ha dicho alguna vez, al hablar en dinero en el pasado, esto cuesta "x" pesetas de la época? El valor pasado del dinero en términos absolutos no se corresponde con el valor actual, y eso es debido a la variable macroeconómica conocida como inflación.

La inflación se produce por desequilibrios entre la oferta y la demanda, en el sentido de que hay más dinero en circulación que la capacidad productiva de las empresas, por lo que se produce un desplazamiento hacia la derecha de la curva de oferta, y por tanto los precios se elevan durante un período de tiempo, haciendo de esta manera que el dinero tenga menos valor. Es un problema grave en la economía de un país, ya que esa pérdida de poder adquisitivo de las familias y empresas supone un empobrecimiento de las mismas. 

Normalmente, la inflación va asociada a ciclos económicos expansivos, en los cuales existe una baja tasa de desempleo, con lo cual las familias y empresas disponen de mayor renta disponible, la cual una parte emplean en consumir, lo que hace que se eleven los precios de esos bienes o servicios (la llamada inflación de demanda). Pero también puede deberse al encarecimiento de las materias primas, lo cual hará que los costes de producción sean más elevados, y por tanto esto se traduzca en un mayor precio de los productos (la llamada inflación de oferta), y que puede no estar asociada con ciclos económicos expansivos (tenemos un ejemplo en la actual crisis actual con el encarecimiento de los precios del petróleo, convivieron tasas de desempleo e inflación elevadas, o la crisis del petróleo de 1973 también produjo esa inflación de oferta). Por último, existe un tercer tipo de inflación llamada estructural, y que se corresponde con las expectativas futuras de los sujetos.


¿Cómo hacerle frente?


Hay diversas escuelas que tratan de hacer frente a estos procesos inflacionarios:
  • Por un lado, Keynes defendía que el déficit público es el generador de ese proceso inflacionario por el lado de la demanda, y que debería de equilibrarse mediante los ingresos tributarios correspondientes y subida de los tipos de interés, si no se dispararía esa inflación (reducción de la renta disponible de los hogares y empresas). 
  • Por otro lado, la escuela monetarista estaba de acuerdo con que la inflación era provocada por una demanda generalizada, pero difería en que las causas eran provocadas por nuevas emisiones de billetes en circulación, y por tanto mayor liquidez, es decir, que el dinero "fabrique" el dinero para aumentar el poder adquisitivo de las familias y empresas, y así terminar con un escenario de recesión.
Estas serían teorías válidas en caso de que sólo existiera la inflación de demanda, pero como hemos dicho, también existe la inflación por el lado de la oferta, en la cual muchas veces los defensores de las políticas keynesianas se había refugiado para culpar que sus teorías no hubiesen tenido efecto. Otra de las formas de controlar la inflación es mediante el control de salarios y precios, algo que se llevó a cabo en el Gobierno de Nixon al principio de la década de los 1970 con resultados negativos.

Otros conceptos relacionados

Más grave aún que la inflación es la deflación, o lo que es lo mismo, la caída generalizada de los precios de los bienes y servicios demandados por la sociedad, porque aunque supongan una elevación del poder adquisitivo de los hogares, supone que las empresas deberían rebajar sus productos de precio, obteniendo así menores beneficios hasta llegar a precios por debajo de sus costes de producción, lo que les haría incurrir en pérdidas e incluso quebrar, destruyendo de esta manera muchos puestos de trabajo. Adicionalmente, la deflación provoca que los consumidores piensen que ese precio va a caer aún más, lo que implica que dejarán de consumir el producto en cuestión, que hará caer aún más su precio, con lo que al contrario que la inflación se generan unas expectativas futuras de que los precios bajen, y por tanto el consumo se retrae aún más.

Por otro lado, existe lo que se llama la hiperinflación, que no es más que una inflación descontrolada, superior al 50% mensual. Esto, al margen de lo grave que pueda llegar a ser, provoca una desconfianza total en la evolución futura del dinero, y que las empresas incurran en los costes de cambio de precio, es decir, en actualizar prácticamente diariamente los precios de sus productos (que es un coste a tener en cuenta por las empresas de países con una inflación desbocada). 

Por último, el último de los conceptos es el de la estanflación, uno de los términos más graves para una economía y que consiste en la combinación de altas tasas de inflación con un crecimiento del PIB estancado. Esto supone un grave dilema para la política monetaria, ya que como hemos comentado anteriormente, las políticas keynesianas se diseñaron bien para reducir el desempleo o bien para reducir la inflación, pero no las dos al mismo tiempo. Lógicamente la estanflación no se dará con inflación de demanda, si no que más bien se dará con inflación de oferta.

Como puede verse, es un problema grave para las economías de los países tener una elevada inflación, o deflación. Lo lógico es que la subida de los precios se sitúe entre un 1,5% y 2%, evitando así una pérdida de poder adquisitivo muy elevada, y que los salarios reales (salarios nominales teniendo en cuenta la inflación, se mantengan constantes).

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