Cada
día son más las compras que se realizan en Internet. La web ha sustituido a los
canales tradicionales de compra en los establecimientos comerciales,
desplazando la demanda desde las tiendas físicas a las tiendas virtuales. La
principal razón de este éxito la podemos encontrar en el precio o en su
facilidad de compra, pero en la posibilidad de comparar precios a golpe de
click.
El
comercio electrónico está experimentando, en los últimos años, un crecimiento
imparable. La
firma eMarketer prevé que la facturación del comercio electrónico casi duplicará en
los próximos dos años, pasando de los 18.000 millones de euros con los que cerró 2014 a los
30.000 millones de euros previstos para 2016.
Este
crecimiento se explica, en parte, por los nuevos servicios de pago online que
han surgido al calor de este fenómeno imparable. Si hace unos pocos años
todavía eran muchas las personas que mostraban un cierto escepticismo sobre las
compras por Internet, bien por desconfianza o por no querer utilizar una forma
de pago diferente a los tradicionales billetes y monedas, en la actualidad no
existe prácticamente nadie que dude de la seguridad de las compras en la red,
en especial en aquellas tiendas con más popularidad entre los internautas como Amazon o AliExpress.
Hasta
hace poco, las tarjetas de crédito eran las
preferidas por los consumidores para hacer las compras por Internet. Sin embargo, en la actualidad, ya ni siquiera es
necesario disponer una cuenta bancaria o una tarjeta para comprar, ya que
existen muchos establecimientos que venden, incluso, tarjetas similares a las
tarjetas regalo de las grandes superficies para pagar por Internet. Estas tarjetas prepago, como las que ofrece Paysafecard -aquí puede obtener más información-, se están haciendo cada vez más populares por
el extra de seguridad que le aporta al usuario pues, una vez se gasta el saldo
que hay dentro de la tarjeta, ésta queda inservible.
En
cualquier caso, todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a los medios
de pago. Las nuevas tecnologías avanzan a un ritmo vertiginoso, y los medios de
pago se están aprovechando de esta coyuntura para lanzar nuevos productos y
servicios que faciliten las transacciones, no solo en Internet, sino también en
cualquier establecimiento físico. Que el comercio electrónico crezca es
consecuencia de que los medios de pago avanzan y se adaptan a las necesidades
de los clientes.