¿Porqué no paran de crecer los precios si no se está consumiendo ?

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Sabemos por la ley de la oferta y de la demanda que cuando no hay consumo los precios bajan para incentivar la demanda de los mismos; y al revés, cuando existe mucha demanda de un producto o servicio en concreto, los precios suben; con la crisis que estamos atravesando cabría pensar que los precios están bajando como consecuencia de la baja demanda y el poco consumo, al tener casi una de cada cuatro personas en paro, y con sueldos bajos, y casi congelados.

Pero no sucede así. Con los precios subiendo en torno al 2-3% anual y un desempleo del 25% todas estas teorías carecen de validez. Pero, ¿porqué se produce este doble efecto?

El precio de los productos en los mercados no sólo depende de su demanda. También depende de los costes de producción, que suelen deberse a la mano de obra, el coste de las materias  primas y otros costes de fabricación. Por lo general, tanto el coste tanto de la mano de obra como de los otros gastos casi siempre son los mismos, pueden variar en función de la producción pero no dependen de algo ajeno a la empresa. No así con el precio de las materias primas que dependen, y mucho, de causas ajenas a la empresa. Es decir, el que el precio de estas materias primas varíe afecta al precio de los productos de manera directa; la subida del precio de las mismas, y en especial el precio del petróleo, repercutirá de manera directa en el precio de los productos, y la subida generalizada de estos es lo que  hace que se produzca inflación. Es lo que se llama inflación de oferta. 

Pero, ¿porqué sube el precio del petróleo? Hay que decir que en el caso de España, y en realidad de cualquier país de la Unión Europea, tenemos que importar la totalidad del crudo del exterior por no tener ninguna reserva del mismo. A partir de esta premisa, debemos saber es de dónde proviene esta materia prima. En España importamos petróleo en primer lugar de Irán, un 13,7% del total; en segundo lugar desde Rusia, con un 13,1% del total, Libia con un 12,7%, Arabia Saudí 12,4% y México 12,3%. Después pensemos cuál es la situación actual en cada uno de estos países, en especial Irán y Libia. Los conflictos en Oriente Medio son casi tan antiguos como la humanidad, pero muchos de ellos se han ido acentuando en los últimos tiempos.

Pensemos en primer lugar en la situación Libia. El año pasado se produjeron una serie de manifestaciones en la zona norte de África, conocida popularmente como primavera árabe, para derrocar a muchos de los dictadores que gobernaban esos países, y entre ellos Gadafi, dictador libio. La tensión que existió (y todavía existe) en ese país hace más difícil acceder al petróleo, encareciendo de esta manera su precio. Como hemos dicho esto afecta de manera muy notable a la economía de un país, encareciendo todos los productos y por tanto generando inflación.

Pero no es es exactamente en Libia donde radica el grueso del problema. El mayor problema ahora mismo es Irán. Como dijimos, es en la actualidad el primer suministrador de petróleo de muchos de los países europeos, entre ellos, España. Las últimas pruebas nucleares en la zona, tratando con uranio enriquecido y con la sospecha de estar construyendo una bomba atómica, han incrementado la inestabilidad en la zona entre Israel e Irán, y de hecho ya hay amenazas de guerra entre los dos países. De hecho, ya ha sido la propia Irán la que ha amenazado con dejar de suministrar petróleo a todos estos países, con los problemas que eso conllevaría.

Ante este panorama, cabe pensar que la situación va a ir a peor, la zona (Oriente Medio) va a volverse aún más inestable si cabe, y va a ser cada vez más difícil acceder al petróleo por lo que los precios seguirán subiendo, sin que se vea contrarrestado con una subida de los salarios. Es decir, vamos a seguir perdiendo poder adquisitivo. Hasta que no exista un control estable de la zona, y el precio de las materias primas deje de subir, seguiremos en esta situación.